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Travesía ‘Escapando de la borrasca’

Travesías

Esta ha sido una travesía especial, muy marcada por la meteo, como ya sabemos que ocurre siempre en el mar, ¿verdad, compañeros? Pero esta vez tuvimos que lidiar con varias borrascas, que nos obligaron a cambiar de ruta porque la bajada a Canarias era totalmente imposible. ¡El reto queda pendiente!

Navegamos siempre con seguridad, en algunos momentos con mal tiempo, y tuvimos que tomar decisiones sobre la ruta en función de la meteorología. Y aunque por supuesto, toda la tripu estaba deseando navegar hasta Canarias, la experiencia fue interesantísima para todos. Nuestros Audazes experimentaron de primera mano cómo adaptarse a las condiciones de la mar, y pese a que correspondía a nuestro Capitán Enrique definir algunas líneas rojas, todos decidieron sobre la estrategia de navegación y los cambios de ruta. Todos ellos, a pesar de contar con bastante experiencia en el mar a sus espaldas, nos dicen que además de disfrutar se llevaron un tremendo aprendizaje. Y es que al fin y al cabo, esto es lo que tiene ser un Audaz: salir a la aventura. Lo bueno que tenemos es que cuando la aventura nos encuentra, nos pilla preparados para seguir navegando con seguridad y disfrutando.

Salimos de Benalmádena el viernes, y navegamos hasta Cádiz con idea de resguardarnos allí de la primera borrasca, al igual que otros muchos barcos que fueron llegando a Puerto América. 

Pudimos navegar por la bahía de Cádiz y disfrutar Rota. La primera idea fue hacer el cruce hasta el Guadiana, pero la borrasca se retrasó un poco, de manera que cruzar al Guadiana hacía imposible volver en la fecha que teníamos marcada. La tripulación finalmente se decantó por una segunda idea, navegar hasta Tánger. ¡Y allá que partimos!

Llegamos el martes, ¡justo para vivir el partido España-Marruecos! Y estuvimos disfrutando de la ciudad con un guía turístico: sus callejas, la comida marroquí, el típico regateo… Hasta el jueves por la mañana que partimos, ya que la meteo nos indicaba de nuevo que una buena borrasca se cernía sobre la zona del Mar de Alborán y el Estrecho.

Teníamos previsto salir a las 6 de la mañana, pero los habituales problemas burocráticos del Puerto de Marruecos no nos permitieron zarpar hasta casi las 10 de la mañana. Así que navegamos por la zona del Estrecho con unas condiciones más duras de las previstas. Nuestra tripulación, muy bien entrenada, aprovechó las montañas de la Costa de África para resguardarse en la salida y realizó una muy buena configuración de velas para adaptarse al fuerte viento, que nos acompañó hasta que pasado el mediodía cruzamos al Mar de Alborán.

Seguimos navegando hasta Benalmádena con más calma, ya que logramos escapar de los frentes que venían pisándonos los talones, y llegamos el mismo jueves a nuestro destino.

En cuanto a la vida a bordo, nuestros Audazes organizaron turnos a la perfección, rotando tareas entre camarotes, y tuvieron ocasión de practicar mucho durante las guardias de vigilancia, tanto visual como electrónica, haciendo uso en profundidad del radar y el AIS.

En definitiva, fue una travesía en la que lidiamos mucho con el tiempo, con lluvia, con navegaciones muy interesantes y alguna jornada de mala mar. También con toma de decisiones importantes sobre la ruta, con el ojo permanentemente puesto en la meteo.

¿Toda una aventura, no?